Lo primero es armarse de paciencia. Además, cada perro es diferente y a algunos les costará más tiempo que a otros.

Si el perro es cachorro y aún no puede salir, hay que aprovechar para poner en práctica trucos y empezar a enseñarle en casa. Además, se debe aprovechar para acostumbrar al cachorro al collar, el arnés o la correa.

Las reglas básicas

La primera regla es pararse si el perro tira. La marcha no debe reanudarse hasta que la correa se quede sin tensión. Si el perro tira y seguimos caminando, el animal aprende que hay que tirar para llegar al sitio.

La segunda norma es que si sigue tirando, hay que cambiar la dirección de la marcha. Si el can es muy grande, tira mucho o cuesta poder detenerlo, damos un giro de 180 grados, súbito y cuando tire, para obligar al perro a volverse y acompasarse a nuestro ritmo.

Es bueno llevar siempre algún tipo de premio, sobre todo al principio, cuando estamos educando al perro.

Arnés antitirones, longitud del collar, castigos...

Un aliado para la enseñanza es el arnés antitirones. Si el perro tira, se gira hacia nosotros, por lo que sirve para que el animal entienda pronto que no debe hacerlo.

Sobre la longitud de la correa, la indicación general es que debe medir entre dos y cuatro metros. Debe hacer forma de 'u', debe estar sin tensión.

Al principio es bueno pasear por zonas con pocos estímulos, para que el perro pueda ir acostumbrándose poco a poco. Si vivimos en una ciudad, hay que buscar las horas con menos bullicio.

Los expertos recomiendan horarios regulares y evitar que el perro pase demasiadas horas esperando para salir y hacer sus necesidades.

Otra cosa que se debe evitar es el collar de púas para causar dolor al perro, porque puede generar problemas de conducta. También se deben evitar el collar de ahorque, que da la sensación al perro de que se va a ahogar.